martes, 30 de abril de 2013

El año que me enamoré de todas - Use Lahoz



Título: El año que me enamoré de todas
Autor: Use Lahoz
Publicación: Espasa, abril de 2013
Páginas: 302

Esta es la historia de Sylvain Saury, un joven parisino adicto a la vida que se acerca peligrosamente a los treinta y que sufre el síndrome de Peter Pan. Tiene muchas virtudes: es sensible, bilingüe y sabe hacer amigos, pero también tiene grandes defectos: en cuestiones de amor no consigue pasar página, tiende a meterse donde no le llaman y el verbo ‘madurar’ le asusta.

Cuando recibe la propuesta de un trabajo mal pagado en Madrid no se lo piensa: prefiere vivir allí a salto de mata que hacerse adulto en París. Y, además, en Madrid vive Heike Krüger, su exnovia alemana, a quien no ha conseguido olvidar.

Mientras se instala, Sylvain va trazando el plan de reconquista de Heike, pero el inesperado hallazgo de un manuscrito cambiará sus planes y le abrirá una ventana a una historia emocionante, llena de sorpresas y casualidades. Esta lectura trastocará su brújula y le recordará la gran verdad oculta tras la frase con la que le despidió de París su amigo Michel Tatin: «El corazón está para usarlo».


Mi experiencia con la novela

Una de las últimas novedades de Espasa es El año que me enamoré de todas del escritor barcelonés Use Lahoz, desconocido hasta ahora para mí. Con la que es su última publicación ha conseguido ser galardonado con el Premio Primavera de Novela 2013, que Espasa concede en colaboración con Ámbito cultural desde 1997. Rosa Montero, Lorenzo Silva o Juan José Millas son otros conocidos escritores que cuentan en su trayectoria con este premio.

Quizás el título de esta novela nos lleve a engaños y nos hagan pensar en otro tipo de novela. Cuando comencé a leer esperaba una historia distinta a la que ha resultado ser y esto no tiene porqué ser negativo. Quizás me imaginaba algo más fresco o desenfadado, una novela de enredos románticos sin muchas pretensiones pero resulta que la novela es todo una revisión sobre distintos tipos de relaciones amorosas. He estado buscando durante toda su lectura la razón del título y no ha sido hasta la última página que he lo he comprendido. Se trata de una frase con trampa que esconde un concepto que me ha parecido maravilloso.

La historia nos cuenta como Sylvain Saury, un joven periodista que vive en París, se traslada a Madrid para desempeñar un trabajo como corresponsal de un periódico francés gratuito. Atrás deja a su madre y un buen amigo, Monsieur Tatín. Por el trabajo le pagan una miseria pero que le interesa especialmente este destino porque allí se encuentra la mujer de la que está enamorada.

A sus veintiocho años Sylvain ha viajado mucho por el mundo, puede vanagloriarse de conocer muchas ciudades, vivir muchas experiencias y haber hecho muchos amigos. Pero quizá sea el momento de crecer definitivamente y asumir ciertas responsabilidades como adulto.

A Madrid llega con muchas ilusiones, ganas de trabajar pero sobre todo con la esperanza de reencontrarse con Heike, una exnovia cuya relación no funcionó por la distancia que terminó separándoles. Aunque el protagonista no ha conseguido olvidarla y esperar poder retomar la relación.

Pero un día se encuentra en el ascensor de su edificio el manuscrito de lo que parece ser una novela titulada Abierto por amor. En ella se cuenta la historia de Metodio Fournier, pastelero de profesión. Casi sin querer comienza a leer el relato y ya no puede parar. Sin darse cuenta esta historia cambiará la percepción de su vida y le llevará a conocer otro mundo.

La primera palabra que me viene a la cabeza respecto a esta novela es que se trata de una obra diferente, con un estilo muy marcado y en donde lo más peculiar de esta historia es la forma en que el autor nos la cuenta. Aunque podríamos generalizar en dos historias principales la trama se construye a través de otras muchas historias centradas en el amor y para narrarlas utiliza dos estilos diferentes.

Por un lado encontramos la historia de Sylvain que él mismo en primera persona nos relata. Nos habla de sus viajes, sus amigos, sus metas en la vida y la esperanza de recuperar a Heike. Para que nos hagamos idea de cómo ha sido su existencia hasta entonces va hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, utiliza frecuentes diálogos, introduce recuerdos y flashbacks. Nos habla de Paris, de sus viajes, de sus primeros amores, de la mala suerte que su madre ha tenido en temas románticos y de Monsieur Tatín, un hombre muy especial.

La historia de Metodio, también en primera persona, comienza con los amores de sus abuelos para llegar, de forma lineal, hasta como él mismo logró conquistar al amor de su vida. Ha sido esta la parte que aunque más breve, más me ha gustado y he disfrutado. En parte porque he sido capaz de conectar mejor con su protagonista pero también porque las historias de su familia tienen cierta magia y atractivo.

En cuanto a Sylvain, no sé qué ha ocurrido pero me ha resultado imposible hacerme con el personaje. No es que no esté bien definido en la novela, que ocurre todo lo contrario, pero no ha conseguido despertar mi simpatía ni he logrado comprenderle. Mientras Metodio desde niño tiene los objetivos muy claros, se nos muestra apasionado, centrado, con mucho tesón y mucha fuerza, Sylvain es un mar de dudas, no consigue hacerse con las riendas de su vida, se ve arrastrado por los caprichos de los demás y espera a que la suerte le sonría sin más. Dos personajes casi opuestos que han llegado a una misma edad con dos circunstancias y dos estilos de vida distintos. Uno de ellos a sus veintiocho años se ha convertido en adulto, con responsabilidades y el otro sigue siendo un joven que está buscando su lugar en el mundo, que no tiene nada pero que su principal preocupación es resolver el día a día. Quizás dos estilos de vida que pueden reflejar la sociedad.

Un personaje singular que aparece en la novela es Monsieur Tatín, un mecánico capaz de arreglar corazones rotos a través de uno métodos muy particulares y que no aunque resulta un personaje entrañable no he sabido situarlo muy bien en la historia.

El tema recurrente en el libro son las relaciones amorosas que vivimos a través de sus diversos personajes que no resulta otra cosa que los distintos tipos de enamoramiento, pasiones, desengaños, desamores, en los que en alguna ocasión podemos identificar figuras cercanas. A parte de las historias románticas también podemos encontrar el amor hacia la familia y sus distintos lazos de unión.

El libro se estructura en cuatro partes divididas a su vez en capítulos con una prosa ligera, amena y muchos diálogos. La parte narrada por Medio sucede de forma mucho más rápida para consumir la historia en lo que puede ser un tercio de la novela. La parte dedicada a Sylvain contiene menos acción y un tanto resulta más lenta.

Os decía al principio que hasta la última página no logré comprender el título de la novela ya que no era capaz de asociarlo a su contenido. Después de conocerlo me ha gustado tanto el desenlace como el concepto que representa y me he quedado con buen sabor de boca.

Conclusión
A pesar de los inconvenientes que he podido encontrar en su lectura he disfrutado con El año en que me enamoré de todas. Me parece una historia amena, en cierto modo original, con personalidad pero también creo que dará origen a diversas opiniones y no contentará a todos los lectores.